muy pocos mortales han descubierto el enorme poder y privilegio de caminar con otro. Me refiero al arte de cultivar relaciones horizontales sólidas y con propósito. Relaciones no de tipo padre-hijo, sino hermano-hermano.
Por qué fracasa una dupla
Creo que Dios quiso que Abel y Caín caminen como una “dupla”. Más Caín, dominado por su envidia, mató al que sería su socio de conquista.
Algo similar ocurrió entre Jacob y Esaú. Este último debió respetar “su palabra” después de vender su primogenitura. Más, dominado por su irresponsabilidad, persiguió a su dupla de conquista. Otra historia se dibuja en la parábola del hijo pródigo. Cuando este volvió a casa, su hermano mayor debió sumarse a la superrecepción. Más escogió consumirse de envidia. ¿Qué aprendemos de todo esto? Primero: No mates a tu dupla. Segundo: No persigas a tu dupla. Tercero: No envidies a tu dupla.
Por qué triunfa una dupla
Veamos otras duplas que sí lucharon por su relación y tuvieron un ministerio triunfante. Moisés-Aarón es un caso. Todos sabemos que el uno y el otro interdependieron muy singularmente. ¡Ni el incidente del becerro de oro los separó! Josué-Caleb es otro vivo ejemplo. El uno fue la fortaleza del otro, frente a una multitud en desacuerdo. Otra dupla es David-Jonathan. Este último sabía que legalmente le correspondía la corona. Pero también sabía qué había Dios determinado al respecto. ¡Y no se pelearon por una corona! El binomio Pedro-Juan es otro. ¿Se acuerdan del celo que sentía Pedro por Juan? Fíjense que finalmente aprendieron a dejarse de niñerías y ministraron como dupla. Pablo es todo un caso. Inicialmente, caminó con Bernabé; luego con Silas. ¿Qué aprendemos de todo esto? Primero: Dos son mejor que uno. Segundo: Andar en dupla es un signo de verdadera madurez. Tercero: Una corona no vale más que una relación.
Bendiciones de las duplas
El chasquido de tu don con el de otro, multiplica la efectividad. La combinación de tu ministerio con el de otro, resulta en una reacción ministerial única y singular. Si ministras solo, tu máximo potencial es mil. Si ministras en dupla, tu potencial se multiplica a diez mil (Dt 32:30) ¡Ahora entiendes por qué Jesús envió a sus discípulos a predicar de dos en dos! (Lc 10:1).
El que tiene su dupla enfrentará mejor sus conflictos y raros sentimientos. Rice Broocks dice que después de echar fuera un demonio, va y busca siete hermanos suyos. Cuando el demonio vuelve con siete espíritus peores que él, Rice lo enfrenta con siete hermanos. ¡Aleluya! ¡Buenas relaciones son tu fortaleza!
Principios para duplas
Principio de liderazgo. En cada dupla, aunque los dos tienen una relación horizontal, siempre hay un líder. En la mayoría de las duplas registradas en la Biblia, el “hermano menor” es el líder. Un repaso de la historia bíblica confirma este punto. Es que “el mayor servirá al menor”. Rom 9:12
¿Cuándo una dupla fracasa? Cuando el uno no reconoce la gracia y unción en su hermano para liderar la dupla. Los once hijos de Jacob no reconocieron el liderazgo de José; más bien lo vendieron (¡no vendas a tu dupla!). Jonatán, en cambio, a pesar de que legalmente le correspondía la corona, cooperó con el que había sido llamado por Dios para tomar la corona.
¿Cuál fue la diferencia entre los hermanos de José y Jonatán? Los primeros conocieron a José en la carne; en cambio, Jonatán conoció a David en el espíritu. Los primeros buscaban una relación puramente carnal; Jonatán escogió una relación fundamentalmente espiritual. Lección: ¡Es más fácil llevarse bien en la carne, que en el espíritu! 2Cor 2:16-17
Principio del acuerdo. Jesús dijo que si dos se ponen de acuerdo respecto a algo en la tierra, inmediatamente habría un efecto del cielo a la tierra. ¿Pero si andas solo, con quién te pondrás de acuerdo? Mt 18:19
El acuerdo es la única manera para traer la voluntad de Dios a la tierra. ¡De allí que el diablo lucha porque los cristianos no estemos de acuerdo!
Una dupla solo es posible, si son capaces de estar de acuerdo. Am 3:3
Principio de la verdad. En una dupla, nada es verdad para uno, a menos que también lo sea para el otro. De ese modo, el uno se somete al otro. No de manera vertical, sino horizontal. Nm 35:30 Ef 5:21
Principio del ritmo. En un grupo, el uno jala y/o empuja al otro. En una dupla, los dos caminan juntos. En un grupo, el uno se complementa con el otro. En una dupla, el uno se multiplica con el otro. En un grupo, los demás se casan con la visión del líder. En una dupla, los dos están casados con la misma visión.
Antes de terminar
Hay dos conquistas clave para toda persona. Primero, someterse verticalmente (Heb 13:17). Segundo, someterse horizontalmente (Ef 5:21). Los más destacados han aprendido lo primero. Y de ellos, contados con las manos lo segundo. ¿Dónde estás tú?
Querer saber quién es tu dupla, no debe quitarte el sueño. Creo que tu dupla está más cerca de lo que te imaginas. Solo tienes que abrir tus ojos y reconocerlo y caminar juntos. Te doy una pista: Lo ves como un hermano; no como un padre.