Que un compatriota escriba un libro, me alegra. Y si alguna vez fui su profesor —en el histórico y clausurado, Instituto de Liderazgo Victoria—, mucho más.

Con esa emoción les presento a Myleinn Barahona, al día de hoy con muchas millas acumuladas sirviendo donde el Señor la puso y dispuso. Subrayo dispuso, pues salió de un valle de sombra de muerte, victoriosa y con un libro

He aquí mi entrevista:

¿Cómo te presentarías en 144 caracteres?

Mi nombre es Myleinn Barahona, vivo en Lima- Perú. Casada con Jimmy Daga y soy madre de Danilo. 

Pertenezco a la Iglesia Bíblica Emmanuel de Las Flores. 

Sirvo en el Ministerio de Alabanza y adoración desde hace 25 años, animando a las personas a desarrollar una búsqueda genuina con Dios. 

En 2008 completé mis estudios docentes de Director Musical en el Instituto Allegro Internacional y me dedico a la Educación musical como profesora de Canto y Técnica vocal, instruyendo a diferentes ministerios musicales y eclesiásticos desde hace 15 años.

Actualmente, soy directora del blog El Blog de Myleinn, creando contenido de influencia y mensajes para la edificación del Cuerpo de Cristo. 

¿Cómo es que pasaste de “querer escribir un libro” a “escribir un libro”?

Realmente, el ser autora del libro Crónicas de Sanidad no estaba en mis planes ni en mis proyectos a largo plazo. 

En el año 2016 vivimos una experiencia bastante complicada. Tres miembros de mi familia fueron diagnosticados con enfermedades incurables. Nos aferramos a las promesas de Dios y conocimos a Dios de una manera sobrenatural. 

Pero allí no quedó todo, pudimos conocer otros casos y pasamos la mayor parte del tiempo en el hospital, orando por muchas personas. A raíz de estas vivencias, surgió el blog, que se convertiría en una plataforma para compartir con más personas acerca de Jesús y de estos testimonios de sanidad. 

Pero hace muy poco tiempo se cristalizó la idea de escribir un libro. Puse mucha resistencia, ya que no soy escritora y temía aventurarme a un desafío de tal magnitud. 

Solo era cuestión de sentarme, recordar y anotar. Y en menos de 3 meses pude obtener el primer borrador. 

Aún iban faltando algunos detalles, pero Dios lo hizo posible. 

¿Por qué escribir un libro sobre sanidad, habiendo tantos que hablan de lo mismo?

Jesucristo es real y uno de los sellos característicos de Su ministerio era la sanidad. 

No imagino a Jesús viendo la necesidad del ser humano y pasando de largo. 

Jesucristo cambiaba todo escenario y, ni las enfermedades incurables ni la misma muerte, eran un obstáculo para su gran poder. 

En este tiempo, muchas personas han creído que todo lo leído en los cuatro evangelios eran solo historias impresionantes. 

Lo que cabe mencionar es que Jesús sigue siendo el mismo de ayer, hoy y siempre. 

Hemos visto tantos milagros y sanidades en este tiempo, que no podemos callar frente a semejante manifestación. 

¡El mundo entero necesita saber esto! 

Este libro fue escrito con ese objetivo, que las personas puedan poner sus ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe. 

¿Cuál es la lección más disruptiva que plasmas en tu libro?

Hemos aprendido muchas lecciones valiosas en este proceso. Una de las lecciones más significativas es el hecho de saber que el más asombroso milagro que puede existir es la salvación del ser humano.

Todos, sin excepción, tendremos que partir de esta tierra. La pregunta en cuestión es, ¿a dónde iremos después de morir?  

Jesucristo no solo desea sanarnos, bendecirnos, prosperarnos, etc. Él desea que todo ser humano pase la eternidad a su lado.  Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores. Marcos 2:17

Jesucristo no solo se refería a la sanidad física, que es un anticipo de la redención futura (1 Juan 3:2) y que es el producto de su obra expiatoria (Hebreos 9:15); sino que, vino principalmente porque hay una enfermedad muy silenciosa que carcome el alma y su efecto es completamente destructivo. 

Cuando Adán y Eva pecaron en el huerto del Edén, abrieron paso a un sinfín de consecuencias desastrosas. Una de ellas fue el pecado y, a partir de ello, la enfermedad y la muerte fueron parte de la vida de todo ser viviente. Aunque la enfermedad no siempre es el resultado directo de un pecado, está en el mundo a causa del pecado. 

Muchas personas, en la actualidad, anhelan obtener sanidad sin tener que acercarse al autor de la vida y eso es algo imposible. 

La ecuación del cielo no funciona así. Jesucristo vino a buscar y a salvar lo que se había perdido (Lucas 19:10) y sin su salvación, estamos quebrados y en bancarrota. Cuando una persona viene a Jesús, no solo recibe el perdón de sus pecados; sino también, la sanidad de su mayor enfermedad, que es más espiritual que física. 

¿Cuál es tu mensaje para los que sufren de alguna enfermedad, que ni la ministración de los más aclamados predicadores de milagros y sanidades ha funcionado?

Dios tiene sus tiempos y sus formas, jamás comprenderemos completamente su forma de actuar, Él no es predecible. 

Pero hay muchos motivos por los cuales podemos estar enfermos: pecado, cadenas generacionales, puertas abiertas, mala alimentación, etc. 

Lo importante es comprender el porqué fuimos introducidos a una prueba como esta. Jesucristo tiene el poder para sanarnos en el acto, pero él desea sanarnos de manera integral (espíritu, alma y cuerpo) y muchas veces el ser humano busca la sanidad física, y no comprende que hay asuntos internos que necesitan ser primeramente tratados. 

Hay obstáculos para recibir la sanidad, como: incredulidad, falta de perdón, rencor, pecado y otros. 

Si nos aferramos a Dios en momentos como este, obtendremos su dirección específica. 

En todo tiempo debemos esperar lo mejor de Dios y aferrarnos a Su voluntad. Es la decisión más sabia que podemos tomar. 

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