Hay una moda pastoral que es casi ya parte de la cultura latinoamericana. Y es que, de pronto, los pastores se sienten llamados a la política.
¿Por qué!
Porque quiere cambiar el mundo. ¡No creo que haya pastor que no lo quiera! Pero como sus profecías no se cumplen, y sus lemas no se concretan, ven en la política la explicación, y ahora quieren cambiarla. —Mientras tanto, en el cielo se oye «quién irá por nosotros».
Porque creció su perspectiva. Se le llamó a edificar el reino de Dios, pero edificó una organización de voluntarios para hacer realidad su sueño limitado y sin espacio para no levitas; por lo tanto, a falta de no levitas, el pastor tiene que decir «heme aquí» a la política.
Porque no hay otro. Enseñó liderazgo a sus ovejas, pero siempre las vio como ovejas; por tanto ninguno de los corderos se convirtió en león. «A quién enviaré» dijo el Señor, y el pastor se autoenvió.
Eso he visto.