Sangre en mis sentidos

Constituir sacerdotes en el Antiguo Testamento incluía un ritual de purificación que incluía untar con sangre la oreja derecha del candidato, el pulgar de su mano derecha y el pulgar de su pie derecho.

Sangre-en-mis-sentidos11.jpg

Evidentemente, este rito apuntaba a la sangre de Cristo en la salvación, y en este caso, al hecho de apartar a hombres para servir en el tabernáculo.

La sangre en la oreja derecha nos habla a la perspectiva redentiva del hombre de Dios en todo lo que oye, de su propia boca y de otros. Solo así, sin prejuicio podría servir al prójimo.

La sangre en el pulgar de la mano derecha nos habla de la iniciativa redentiva del hombre de Dios. Es decir, del peso espiritual de sus obras, positiva siempre y cuando implique anunciar la redención.

La sangre en el pulgar del pie derecho nos habla del peregrinaje redentivo del hombre de Dios. Es decir, llevar redención donde se encuentre, sea cual fuere la circunstancia.

Deja un comentario