Ya que el púlpito me espera cada semana, preparar un mensaje es un proceso creativo muy exigente. Requiero mil ideas, pero para ayer. Requiero que mi cabeza saque lo mejor de mi corazón, pero me falta Ram y el tiempo apremia. Requiero visualizar el cuadro completo, o hablaré con la fría sensación de que “algo” faltó.
Y ahora, ¿quién podrá ayudarnos? —sin súper espiritualizar mucho, por favor—.
He descubierto que una de las mil formas de ayudarme en mi proceso creativo, es estudiando bosquejos de otros predicadores. Me ayuda así: 1) Multiplica mis ideas, 2) Aprendo rápido, 3) Mejora mi panorama.
¡Allí está mi aporte!
—Si quieres mi ayuda en tu proceso creativo, te ofrezco mis bosquejos. Clic aquí.