Pregunta capciosa

¿Cuántos han leído mi libro?, preguntó el ponente a su audiencia.

Expandí mi mirada a 160 grados para contar las manos levantadas, y me sobraron los dedos para contabilizar.

Me sentí mejor; éramos mayoría.

Algo raro de mi parte, pues siempre soy tentado a comprar el último libro de mi autor favorito, y como los líderes somos lectores, casi siempre caigo. —¡O quizá no sea tan líder como me auto imagino!—.

Creo que fue una pregunta capciosa. Si toda la audiencia hubiera levantado la mano, sabría que estaba hablando a líderes, no a seguidores. Todo autor sabe que no escribe para las masas, sino para élites lectoras; los que enseñan a las masas.

Deja un comentario