Cuánto celebro que hayamos superado el mito sobre si Internet es del diablo y Facebook de sus demonios. ¡Gloria a Dios por el avance! Sino, imagínese, ¡qué habrían rajado de mí que vivo casi todo el día conectado!
Dicho esto, creo que no necesito confesarte lo bien que me cae Internet. Déjame explicarte porqué. Primero, porque me encanta la tecnología desde el vientre de mi madre. Segundo, porque dirijo un negocio cuyas oficinas están en la nube. Y tercero, porque lo uso empedernidamente en nuestro ministerio desde antes que empezara el tercer milenio. Tengo un mensaje que comunicar a los jóvenes de este planeta, y ya que millones de ellos están en Internet, ¡ay de mí sino estoy en Internet para predicarles!
Ahora, es imposible hablar de Internet sin hablar de Facebook. Tanto así que, los expertos sobre tendencias en la nube la llaman la «Internet paralela». Eso significa que mantenerse activo en Internet implica necesariamente mantenerse activo en Facebook. En términos brutales, ¡sino te encuentro en Facebook simplemente no existes!
Bueno, hoy por hoy, es casi imposible no encontrar a un pastor existiendo en alguna parte de Facebook.
Yo incursioné en Facebook un poquito después que dejara de ser la red social de los universitarios estadounidenses. Y clic a clic fui encontrando amigos, y haciendo nuevos amigos. Hasta que, hace menos de un año, llegué a los 5 mil amigos en mi perfil de Facebook. ¡Ya no podía aceptar a más, muy a pesar mío, pues como cualquier ministro del evangelio deseo predicar a más y más gente! No es que me sobre el tiempo para dedicarme a esto, sino que valoro su potencial como herramienta y he aprendido a organizarme un poco.
Veo que muchos ministros tienen sus Perfiles abandonados porque dizque no tienen tiempo para publicar cosas. Yo sostengo que eso es una falacia. Primero, el llamado del Señor es a apacentar el rebaño, y Facebook es una herramienta que permite eso. Por supuesto que el cara a cara es pura calidad de cuidado, pero si también lo haces por Facebook tendrás también cantidad. Segundo, es cuestión de organizarse. Yo uso bufferapp.com, el cual me permite programar publicaciones a ciertas horas del día, y durante la semana.
Pero también veo que hay ministros que creen que su Facebook es el Periódico Mural de su iglesia. Sólo publican eventos y eventos y más eventos. Seguramente haz recibido solicitudes de amistad con nombres de iglesias y ministerios. ¿Para qué crees que te envían la solicitud? ¡Para bombardearte de anuncios, pues!
Sospecho que este acto tan descabellado es por pura ignorancia. Ignoran la razón de ser de las Redes Sociales, como Facebook. Primero, si conozco de tu ministerio, problablemente me interesen tus eventos. Segundo, si no te conozco, y me empiezas a bombardearme de promociones y afiches, me causarás incomodidad y me veré tentado a eliminarte de entre mis amigos. Pero si lo que haces es Compartir cosas interesantes, que edifican y entretienen, es más probable que te ponga en mi Lista de favoritos. Y si encima de esto me comentas algunas cosas, ya entablamos un tipo de relación, y recién me interesarán los eventos que organizas e incluso te compraré lo que vendes.
En mi caso, mi estrategia no es bombardear de anuncios, sino bendecir a los que me siguen, y relacionarme con muchos comentando sus publicaciones. Es decir, construir Comunidad.
Pero ahora, por más organizado y estratega que sea, no podía aceptar más solicitudes de amistad. Así que opté por lo que todos hacen: crearme una Pagina e invitar a mis amigos a darme un Like. ¿Qué creen que pasó? No llegué ni a cincuenta likes la primera semana. La segunda, una que otra. La tercera, igual. Investigué un poco, y encontré que lo mismo había pasado con el mismo fundador de Facebook.
Unos meses antes me creé un Fanpage para faxjuvenil, pero luego lo abandoné, a pesar de llegar a los 1635 Likes. La razón es simple: Aprendí que Facebook es un medio de comunicación, y no tiene sentido mantenerlo si es que no tengo contenido original y distintivo que ofrecer. Me animé a crearlo viendo que muchos crean Fanpages hasta para el aniversario de jóvenes, e incluso para para el grupo de ujieres de la iglesia. Ahora cuando me consultan les digo que vale la pena crearse un Fanpage si es que tienes contenido original que ofrecer, y tu plan es mantenerlo hasta el retorno de Cristo. ¿Los ujieres no se merecen un Fanpage? ¡Es mejor crear un Grupo de Facebook para ellos! ¿La conferencia tal no se merece un Fanpage? ¡Es mejor un Evento de Facebook para ello!
Dado la lección aprendida y los pocos Likes obtenidos, eliminé mi Fanpage. Prefería quedarme con mi Perfil y sus cinco mil amigos, que publicar en ambos esperando que mi Fanpage se llene de Likes.
Retomé mi Perfil a todo dar y a los pocos días Facebook anunció un sistema de Suscripciones para perfiles. Ello permitía ser seguido sin necesidad de ser aceptado como Amigo. Así, podrías tener cinco mil amigos, y las demás solicitudes de amistad pasaban a ser automáticamente Suscriptores.
De esta manera mi frustración se satisfizo, además del hecho que la gente prefiere ser tu Amigo, o Suscribirse a tus publicaciones públicas, que ser tu Fan. No solo pasó conmigo, tambien con el mismo fundador de Facebook: Tenía más Suscriptores que Fans.
Pensé que todo lo tenía bajo control hasta que me encontré con un desafío llamado estadísticas. ¿Cómo se cuántos ven lo que publico? ¿Cuántos años tienen los que me siguen? ¿A qué países llego? ¿Cuál es el alcance total, incluyendo cuando comparten lo que publico?
Todas esas respuestas las tendría si tuviera un Fanpage. Pero ya saben, crearme una e invitar a darme Likes no funciona.
Investigando encontré una opción fabulosa que el mismo Facebook había creado: convertir un perfil en fanpage. Hice los clics necesarios y mi perfil se convirtió en Fanpage, haciendo que todos mis Amigos y Suscriptores en aparezcan como Fans de forma automática.
Ahora ya tenía lo que quería: No perder a mis Amigos ni Susciptores, y ver estadísticas detalladas de cada cosa que publico. Hasta me permití estudiar qué tipo de publicaciones son más vistas, y a qué hora es más estratégico publicar. Por ejemplo me di cuenta que mis peticiones de oración y anuncios de cumpleaños (mío o familiar cercano) es muy vista y bastante comentada. También es muy comentada las preguntas cruciales y curiosas que hago. Más rato supe cómo se llama este secreto: Call-To-Action, o llamado a la acción. Es decir, publicar algo que desafíe a hacer algo al lector.
Además de todo esto, mi Fanpage me trajo un enorme alivio emocional. Por ejemplo, ya nadie podía enviarme invitaciones a Eventos que jamás me interesarán, tampoco a probar Juegos estúpidos, y mucho menos a probar Aplicaciones intrusivas. Por si fuera poco, ya nadie podía Etiquetarme en fotos que no tienen nada que ver conmigo (si no los denuncié como acoso fue por pura compasión).
Varias veces pedí a mis Amigos que no me Etiquetaran ni me Mencionaran a menos que realmente tenga que ver conmigo. Pero como ignoraron mi pedido, me tomé la molestia de Desiquetarme uno por uno, y dejar de seguir menciones uno por uno. Es que es horrible entrar al Muro de sutano y ver mil cosas que nada tienen que ver con el sutano.
A los que me consultaron sobre cómo anunciar sus eventos les dije que lo mejor era agrupar a sus amigos en Listas. Así podrían publicar cosas específicas para listas específicas. Por ejemplo yo me creé una Lista de Líderes Juveniles (esto se llama segmentación).
Con el Fanpage en mano todos esos dolores de cabeza cesaron.
La tranquilidad se me terminó cuando me topé con un desafío pastoral. Sabrás, soy pastor y huelo a ovejas. O sea, quiero estar en contacto con gente, saber lo que hace, leer lo que piensan, y animarles cuando sea necesario. Con mi Fanpage sólo podía leer lo que me comentan, y si le daba clic a su nombre podía leer algo sobre ellos.
Mientras tuve mi Perfil acepté las Solicitudes de amistad de todo el mundo; soy un predicador, y si puedo predicar a más gente, mejor. Empero, usando una opción para perfiles me creé una Lista llamada MiComunidad y allí puse a todos los que realmente conozco cara a cara o me interesan seguirlos. Entonces, cada vez que entraba a Facebook hacía clic en esa lista y me ponía al tanto de lo que pasa, y podía hacer obra pastoral en muchos casos. Pero ahora que tenía Fanpage me perdía todo esto.
Entonces, arrepentido, decidí volver a mi Perfil. Tenía que escoger entre relación versus estadística, y escogí relación. Menos mal que Facebook permite el arrepentimiento. Así que llené el formulario para arrepentidos y en menos de una semana Facebook me devolvió mi Perfil, tal cual como lo había dejado. ¡Alabado sea Dios!
Inspeccionando mi Perfil recién redimido me di cuenta de una doble bendición: Tenía Perfil y Fanpage a la vez. Lo llamo doble bendición, porque con mi Perfil seguiría a los de MiComunidad, y desde mi Fanpage (con todos los amigos y suscriptores convertidos en fans) publicaría para todo el mundo y ver las estadísticas.
Tanto mi Perfil como mi Fanpage tiene mi nombre: Justo Llecllish. Lo que he decidido ahora es aceptar en mi Perfil a gente que realmente conozco o me interesa conocerlos; y a los demás solicitantes les pido que me regalen un MeGusta en mi Fanpage para así estar en contacto.
¿Al fin todo solucionado?
¡Aún me queda un siguiente desafío, que mientras escribo éstas líneas aún vengo procesándolo, y seguro que lo publicaré luego en www.faxjuvenil.com. Mientras tanto, espero que esta primera parte te haya servido en tu aventura en Facebook. Sólo te pido que repases lo que está en negrita para reforzar tu aprendizaje.
4 respuestas
Amén justo! jaja, me encantó tu aventura
Amén justo! jaja, me encantó tu aventura
Amén Justo! jaja me encantó tu relato.
Amén Justo! jaja me encantó tu relato.