Movimiento de generosidad

La iglesia podría cambiar el mundo —dijo Chris Méndez, de Hillsong Latam— si no nos importara (1) quién se lleva la gloria, (2) de quién fue la idea y (3) quién se queda con la plata.

¡Una cruda realidad en la Iglesia con «i» mayúscula, y también en la iglesia con «i» minúscula!

Me rendí buscando ideas prácticas sobre cómo sacudirnos de este estorbo, hasta que la idea me encontró en mi TikTok: Osito Lima regalando billetes a vendedores callejeros. Más luego vi el reportaje televisivo que le hicieron, y me sorprendió dos detalles de su estrategia:

Uno, no revelar su identidad. Desea que la gente se identifique no con él, sino con la causa: solidaridad.

Dos, no aceptar donaciones. Al que quiso enviarle un donativo para que siga reglando, le pidió que él mismo salga a la calle a regalarlo.

¿Cómo estaría nuestro país si los líderes cristianos tuviéramos la actitud del Osito Lima?

 

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