Mitos que arruinan parejas

Las parejas suelen echar la culpa a Dios de su fracaso; también al tiempo.

© westfotos.de - Fotolia.com
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Mito # 1: Cuando un matrimonio va mal, inmediatamente dicen: Ese hombre se casó con la mujer equivocada, o viceversa. Dicen: «Seguro que no fue la voluntad de Dios».

¿Cuál es la verdad? La idoneidad se hace en el camino.

  1. Idoneidad, es la particularidad del uno para complementar al otro, de modo que sean una unidad dinámica, funcional y hermosa.
  2. La iglesia aún no es la idónea para Jesucristo. Pero Él ha empezado una obra, y la perfeccionará hasta el gran día de las boda. Entonces, la iglesia ayudará a Jesucristo en su gobierno milenial.
  3. Dios no «le dio» una ayuda idónea a Adán, sino «le hizo» una ayuda idónea (Gn 2:18).

Mito # 2: Cuando un matrimonio va mal, el psicólogo pregunta: ¿Cuánto tiempo se conocieron? Si la respuesta es 1 año, el psicólogo diagnostica: «Esa es la causa».

¿Cuál es la verdad? Para amar no tienes que conocerla.

  1. Jesucristo no vino para conocer a su iglesia. Él vino para redimirla, perfeccionarla y prepararla para la gran visión. No para amarla, sino porque la ama.
  2. El mundo enseña a basar una relación en cuánto se conocen. Incluso plantean las relaciones sexuales y la convivencia como forma moderna para conocerse mejor y así no tener problemas en el matrimonio. Si esto fuera cierto, entonces porqué nuestros abuelos no se separaron. Si esto fuera cierto, porqué entonces tanto divorcio a pesar de haberse conocido tanto. Si esto fuera cierto, entonces porqué el matrimonio de Isaac y Rebeca no duró un par de años.
  3. No es conocerse para amar; sino conocerse porque han decidido amarse. ¿Cuanto más te conozco, más te amo? ¡Nooo! Más bien, ¡cuanto más te conozco, más de debo amar!
  4. Conocerse sin compromiso es sólo un vacilón.
  5. No se amen porque se conocen, sino porque han decidido amarse incondicionalmente. Es decir, han decidido buscar el bien del otro, a expensas de sí mismo.
  6. Claro que hay diferencias entre el uno y el otro, y más de una sorpresa. Pero con todo, la relación puede ser buena y saludable porque está basada en el amor ágape (sacrificial e incondicional), no en cuánto se conocen. Y se dinamiza porque tienen una causa superior por la cual vivir.

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