Te piden un consejo, y lo das al toque.
Te piden que lo pases por correo electrónico, y empiezan los problemas. Agota escribir. Agota más editar: borrar, retroceder, corregir, cambiar, afinar, previo a Enviar.
Más rápido es hablar por teléfono. Hasta preferirías enviarlo en audio, vía WhatsApp. O por último, hablarlo la próxima vez que se reúnan.
¿Por qué agota escribir? ¿Qué es lo que realmente agota?
Me preguntaba, y me nació esta mAxima:
Evidentemente, si la idea es escribir un libro, el asunto se pone más complicado. —¿Quieres mi ayuda? Clic aquí.