mAxima # 66

Todo estaba bien. Tal cual esperaba. Todo previsto. Sin contratiempos. Matemáticamente, todo cuadraba.

Así pasó la semana, y otra semana más, bailando mañana, tarde y noche a este ritmo, y entonces empecé a sospechar por algo raro.

¡No podía creer que no hayan problemas!

¿O será que me volví extremadamente bueno en planificación estratégica y táctica?

Revisé otra vez los fundamentos de mi vida, y rápido saltó a flote mis aspiraciones pendientes de cumplir. Mirando atrás, no habían problemas. Mirando adelante, sí habían problemas.

Meditando qué había pasado, llegué a la siguiente conclusión:

P.D. Estoy considerando revisar mi respuesta rápida «Todo bien» a la pregunta rutinaria «¿Cómo estás?»

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