Cuando fui muy jovencito, en mi pasión por hacer cosas de Dios, para Dios y por Dios, recurrí a conocidos y desconocidos —también a ninguna de las anteriores— para pedir algún tipo de ayuda. Analizando ahora cada negociación, veo un patrón:
🎯 Hay personas que jamás te ayudarán.
🎯 Hay personas que al principio te negarán todo, pero después te darán todo.
🎯 Hay personas que siempre te ayudarán.
🎯 Hay personas que al principio te aceptarán todo, pero después te negarán todo.
Pero en suma, y analizándolo sin resentimiento, todos nos ayudan, pero de 2 formas distintas. Te lo sintetizo en esta mAxima.