Observando el pasado puedo distinguir tres etapas en cuanto a eventos juveniles se refiere, y me atrevo a pronosticar —con temor a equivocarme— la tendencia del próximo decenio.

Sueño interdenominacional
Siempre fue un sueño convocar jóvenes de todos los colores denominacionales. Y lo que fue imposible para los peruchos unidos, Billy Graham lo logró con su nombre y millonaria inversión. Lo que organizó en la Feria del Pacífico, allá por el 98 del siglo pasado, simplemente nunca se había visto, ni en producción ni en concurrencia.

El sueño se prolongó hasta el año siguiente, pues el ministerio de Billy auspició otro evento juvenil en el coliseo Chachi Dibós con un éxito un poco menor en convocatoria pero mayor en inspiración para los organizadores de a pie, que creyendo haber aprendido los trucos de Billy intentaron repetir el plato durante 7 años con Invasión Vida. Por supuesto que se logró algo, pero en menor escala.

Mega producciones
En la década siguiente las mega iglesias comenzaron con sus eventos juveniles a lo grande. ¿Su principal objetivo? Ministrar a sus cientos de jóvenes y de yapa a los que quisieran venir de otras iglesias. Y como disponen de mayor presupuesto podían traerse predicadores de la tele y cantantes de la farándula evangélica, y así ganar notoriedad y una larga cola en la puerta de ingreso. Entre los de mayor vigencia, tenemos: Parakletos en Arequipa y Apasionados en Lima.

Esfuerzos locales
En esta década hay una tendencia entre las iglesias de 200 miembros para arriba/abajo: Se inventan un nombre atractivo, le agregan el año en curso, y ya tienen su conferencia juvenil. Ya no tienen que alquilar proyector multimedia. Ya no es pecado poner luces y humo en el escenario. No tienen que pagar por tocar los acordes exactos de Hillsong —tampoco por brincar exactamente igual a ellos—. ¿Y cómo le dan un toque internacional? Se jalan a algún cantante extranjero (aún no famoso) de gira por tierra peruana, y a la oficina del pastor lo convierten en el salón Vip.

Preguntas para reflexionar:

1. ¿Se requiere que un ministerio internacional venga para hacer algo grande como iglesia peruana?
2. ¿Eventos grandes es todo lo que podrían hacer las mega-iglesias en cuanto a juventudes?
3. ¿Crees que esta década podría caracterizarse por esfuerzos locales?