Cállate y ganarás

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Prudencia es la virtud que hace preveer y evitar faltas y peligros. Y los que cultivan esta virtud son gente de éxito. David tenia esta virtud, debido a su virtud la gente de Saúl lo admiraba y el mimo Saúl lo temía. La fuerte dosis de prudencia en José lo llevo a ser el segundo hombre más importante de aquel entonces. 1Sam 6:18; 18:15, Gn 41:33-41

Una de las cualidades del hombre prudente es que sabe refrenar sus labios. Prov 10:19. Mucho de su éxito se deberá a ello. Por eso, antes de emprender una empresa divina, el saber refrena nuestros labios y el estar entrenados en ello, será importante y determinante. Y que bueno que Dios nos quiere ayudar es esta área. Le ayudo a Jeremías y a Isaías antes que emprendieran sus ministerios (Is 6:7 Jer 1:9) y también lo hará con todo aquel que conteste su llamado.

Cállate antes de Corregir
Muchos lideres en su sano intento de corregir a quienes están bajo su autoridad, en lugar de cosechar mejorías han arruinado vidas. Con intención sana procedieron, pero los hundieron.

Para corregir, no es suficiente tener la intención sana. Es necesario saber de antemano que palabras y que momento usar para efectuar la corrección. Y eso se llama prudencia. De modo que, si quiero corregir, y aun no tengo lo antes mencionado, debo callar.

Cállate si te sientes enamorado
Hay un área en la que los jóvenes incidimos en errores con mayor frecuencia. Y es respecto a los sentimientos.
De pronto Alberto va a una reunión y conoce muchos chicos y chicas. Y como Alberto esta orando por su idónea, aprovecha la circunstancia para explorar posibilidades. Y por allí, al ver cierto rostro atractivo, decide estar mas tiempo de la reunión con ella. Y en el momento más inesperado, e impulsado por su simple química, Alberto dice a ella: “Estoy enamorado de ti”. Y a partir de entonces comienzan a salir, etc.

Al transcurso de los días, Alberto observa que aquella no era lo que él pensaba y esperaba. Así que el muy “sincero”, va y le dice todo a ella y corta su relación. Luego, al pasar algunos días, conoce a otra, y repite nuevamente su “ciclo vicioso”.

Esta historia no es solo de los mundanos; también la de abundantes cristianos, e incluso la de muchos lideres juveniles. Y causa de esta inestabilidad sus testimonios son cuestionados, y sus ministerios poco desarrollados.

El problema no es que si se ven atraídos o no, sino en el manifestarlos rápida e impensadamente. Y si prudentemente callaran, se evitarían enredos innecesarios y no herirían a muchas “inocentes”.

Una vez, un ministro bastante antiguo me dio un consejo no anticuado. Él me dijo: Nunca digas a alguien que la quieres a menos que estés bastante seguro. Y creo que este es el consejo que los lideres juveniles, aun solteros, necesitamos ponerlo en nuestros corazones.

Cállate si estas Airado
Muchos jóvenes somos “fosforitos”. Ante un atentado contra nuestra autoridad y/o reputación, nos prendemos en ira rápidamente. Y lo peor de todo es que, estando en este estado, hablamos y tomamos decisiones.

Se han visto casos en que algunos lideres, en estado de ira, hasta han maldecido a sus hermanos en Cristo.
Pero, ¿cómo evitar ofender estando en este estado?…

El consejo es ¡Cállate!

Los que practican este arte, son los que han aprendido a manejar y sosegar su ira. Y naturalmente esto no se aprende de noche a la mañana.

Cállate y Acepta
A los jóvenes nos gusta discutir y ganar. Nos gusta defender a capa y espada nuestros puntos de vista. No nos agrada mucho aceptar que el otro tenga la razón.

Muchos lideres van a sus pastores para discutir un asunto. Y cuando el no les da la razón, entonces comienzan a discutir y actuar como niños engreídos.

Aquellos que queremos servir al Señor fiel e idóneamente, debemos callar en estas circunstancias. Y si de verdad tienes la razón, has cumplido con exponérselo. Porque si te terqueas, lo único que vas a conseguir es dislocar la comunicación en equipo. Pero si te callas, y tuviste la razón, aprenderán a aprender el uno del otro y la comunicación y armonía de equipo sera mayor de bendición.

Conclusión

Si quieres corregir, y aun no sabes que palabras y que momento usar, mejor cállate…

Si quieres expresar tus sentimientos a alguien, y aun no es tu “amiga-amiga”, mejor cállate…

Estando airado, no hables ni tomes decisiones; mejor cállate…

Si tu punto de vista no es aceptado, cállate…

Sí; cállate y ganaras.

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